martes, 23 de julio de 2013

Enuresis, "mi niñ@ se hace pis en la cama"

La emisión no voluntaria de la orina es un problema que aparece en muchos niños y que mantiene en vilo a muchos padres. Este problema, en Psicología, lo llamamos Enuresis. El términos Enuresis es de procedencia griega y significa "hacer aguas". Nos referimos a Enuresis cuando el niño "se hace pipí" en la cama, o durante el día, y cuando descartamos cualquier problema médico que pudiera explicar la incontinencia.

Vamos a aprender un poquito más acerca de este término. Cuando los niños ya han cumplido los tres o cuatro años, todo el mundo espera que sean capaces de controlar sus necesidades, pero un cierto porcentaje de niños en esa edad aún no ha podido llegar a controlarlo o, después de haberlo conseguido, ha vuelto a perder ese control. La Enuresis la llamamos primaria si el niño nunca ha conseguido controlar su micción, o secundaria si después de un período de control, lo pierde.



Existen varios factores que pueden llevar a la Enuresis. Entre ellos nos encontramos con un factor de tipo físico que sería tener una vejiga pequeña o con una musculatura débil, incapaz de aguantar el líquido. Este factor es difícil que sea la explicación de la Enuresis si el niño tiene más de dos años, ya que a partir de esa edad la vejiga tiene el tamaño adecuado y sus músculos son lo suficientemente fuertes. 

Este problema también puede ser hereditario. Quizás haya más personas en la familia que lo hayan sufrido. Si pensamos que es el caso, le podemos explicar al niño que su papá, su mamá, o su hermano, también "se hacía pis" en la cama, y que no pasa nada, que lo podemos arreglar. El hecho de hacerle ver que no es el único que tiene este problema le va a dar seguridad a la hora de obtener el control.

Quizás el factor principal sea que le niño tenga un sueño muy profundo y, al estar dormido, no se dé cuenta de que tiene la vejiga llena, y la misma se vacíe sin previo aviso mientras duerme. El niño también podría encontrarse en alguna situación psicológica un poco "crítica", como por ejemplo, el nacimiento de un hermano. Tanto cambios emocionales le pueden provocan cierto desajuste a nivel de control de esfínteres. Por otra parte, si le enseñamos al niño el control de la micción demasiado tarde (pasados los dos años), es más difícil que adopte el hábito. Cuanto antes empecemos a enseñarle, mucho mejor, ya que nos evitaremos problemas de este tipo.

Como ves, puede haber un sinfín de causas por las que tu hijo no consigue controlar el pipí.



¿Qué podemos hacer para ayudar a tu hijo?

Para enseñarle a controlar las micciones, podemos utilizar una serie de técnicas que funcionan muy bien. Podemos usar una alarma que despierte al niño cada ciertas horas a lo largo de la noche (si es nocturna). El objetivo de esta técnica es despertar al niño cuando pensemos que puede tener la vejiga llena, lista para evacuar, y de esta manera que vaya al baño siendo consciente de que tiene que hacer pis. Lo que hacemos es enseñar al niño a prestar atención a las sensaciones de vejiga llena para que se dé cuenta de que tiene que vaciarla. A lo largo de los días, si le vamos despertando cada cierto tiempo, empezará a crearse un nuevo hábito por el que será más consciente de cómo está su vejiga, y será capaz de despertarse solo finalmente cuando note la plenitud de la misma.

Si la Enuresis es diurna o mixta (diurna y nocturna) se puede adaptar la técnica. Hay que tener en cuenta que es necesario que tanto los padres como el niño sean muy colaboradores a la hora de llevar a cabo el programa de control de la micción. Para ello, tenemos que motivar al niño para que colabore a resolver su problema. Podemos crear un calendario con semáforos verdes y rojos. El día que el niño consiga controlar el "pis", le pondremos un semáforo verde, y el día que no lo consiga, uno rojo. El semáforo verde será un refuerzo para el niño, y cuando consiga uno o más, le podemos premiar por ello. Es decir, le premiamos si no se moja, pero no le castigamos si lo hace. Si se moja le diremos que la próxima vez se dará cuenta y lo hará mucho mejor.

Nuestro objetivo es motivarle para que aprenda a controlar la micción, y no hacerle sentir mal por ello, ya que si se siente mal podemos conseguir todo lo contrario, es decir, aumentar y mantener el problema.

Estos son sólo unos ejemplos de cosas que podemos hacer en consulta para conseguir que tanto tu hijo como tú os sintáis mucho mejor.




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Estefanía Cárcel Esteban

Isabel Estévez Prieto

Wikipedia

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