Soy Psicólog@, ¿sabes cómo puedo ayudarte?

Seguramente te habrás preguntado alguna vez cómo trabaja un psicólogo y quizás, más concretamente, cómo lo hace un psicólogo clínico. Te vamos a explicar cómo entendemos los clínicos cognitivo-conductuales (o sea, los que tratamos con los pensamientos, creencias y conductas) los problemas emocionales, y qué es lo que hacemos para eliminarlos.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que en Psicología entendemos los trastornos psicológicos como formas de malos aprendizajes. ¿Por qué decimos esto? Vamos a poner un ejemplo. Imaginemos una persona que tiene fobia a los perros, ¿por qué se ha desarrollado este miedo tan intenso e irracional? ¡Hay muchas opciones!

La fobia se puede haber creado:

- Por asociación o, en jerga psicológica, condicionamiento clásico: quizás esta persona, cuando tenía 8 años, tuvo una mala experiencia con un perro que le soltó un pequeño gruñido. En ese momento se asustó y asoció el perro con el miedo que sintió en ese momento, o sea con ansiedad. Aquí se ha producido un aprendizaje apenas sin darnos cuenta, y ese aprendizaje es "perro = peligro".

- Por refuerzo negativo: esto quiere decir que aprendemos a hacer cosas que nos sirven para evitar algo desagradable. En el caso de la fobia a los perros, nuestro protagonista seguramente empezó a evitar lugares o situaciones donde podría encontrarse con estos animales. Está aprendiendo que evitar ciertas situaciones es bueno para él, porque así no sentirá ansiedad. Esto lo único que provoca es que se mantenga la fobia.

- Por imitación: ¿a quién no le suena la típica madre miedosa? "¡No te acerques a ese perro tan grande, que te morderá!". Podemos aprender a tener miedos observando a los demás.

- Por refuerzo positivo: aquí aprendemos a hacer cosas porque obtenemos placer al hacerlas, por eso las repetimos. Quizás la persona de nuestro ejemplo tiene miedo a los perros y, sin embargo, le encantan los caballos. Se lo pasa bien paseando con ellos y cuidándolos. De esta experiencia obtiene, lo que llamamos, un refuerzo positivo.

Estas son algunas formas que tenemos de aprender a comportarnos y a pensar de una determinada manera. De la misma forma podemos aprender a sentir tristeza, a sufrir una adicción o a tener miedo.

El psicólogo clínico analiza cómo hemos llegado a desarrollar un trastorno emocional a partir de las leyes del aprendizaje y, una vez se tiene eso claro, ayuda al paciente a DESAPRENDER  esa conducta para sustituirla por otra que sea más adaptativa y saludable. ¡Hemos de abrir nuestras mentes! Y entender que cuando una persona sufre una fobia, una depresión, o cualquier otro problema emocional, no es porque esté enferma o loca, sino que por ciertas circunstancias ha aprendido a comportarse así. Cuando hablamos de comportamiento nos referimos a 3 cosas diferentes: lo que hacemos (conducta motora), lo que pensamos (conducta cognitiva) y lo que sentimos (conducta fisiológica).

Entendido esto, ¿qué hacemos los psicólogos en consulta? Bien, lo que hacemos es enseñar a nuestros pacientes una serie de técnicas, habilidades y también estrategias que les van a ayudar a afrontar sus miedos y sus problemas. A nosotras nos gusta la comparación con un entrenador deportivo. Los entrenadores, ¿corren por los atletas? No. Los entrenadores conocen técnicas, ejercicios y tácticas que enseñan a sus deportistas para que las vayan practicando, consiguiendo así un alto rendimiento. Igual que el entrenador no corre por ellos, el psicólogo no se puede enfrentar al problema del paciente. Tanto el entrenador deportivo como el psicólogo enseñan cómo manejar ciertas situaciones. Además, el psicólogo se centra en las emociones y los problemas que pueden surgir en la vida y que la persona no sabe cómo enfrentar, y es el paciente el que pone en práctica en su vida diaria lo que ha aprendido con nosotros en consulta.

Como psicólogas, mostramos el camino correcto a la gente que está perdida, y una vez en el camino, los pacientes empiezan a superar sus dificultades, acompañados siempre de la luz que les encendemos sesión a sesión.

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Psicología y Deporte: ¡Aumentando el rendimiento!

¡Bienvenidos de nuevo! Hoy nos hemos propuesto explicaros de forma breve y concisa qué es un Psicólogo del Deporte, cuál es su objetivo y con quién trabaja. En próximas publicaciones explicaremos de manera más detallada aspectos psicológicos concretos asociados a este ámbito de trabajo dentro de la Psicología y su importancia de cara a la buena ejecución del deportista y la mejora de su rendimiento (frustración, establecimiento de metas, entre otras muchísimas cosas).

La Psicología del Deporte se encarga de aplicar los conocimientos y herramientas de la Psicología general al mundo del deporte, con el fin de mantener y/o aumentar el rendimiento deportivo, pero también el bienestar de la persona. El Psicólogo del Deporte no sólo trabaja con el propio deportista como podría pensarse, sino también con todas aquellas figuras de su alrededor (entrenadores, jueces, directivos...) ayudándoles a todos ellos a que lleven a cabo su trabajo de la manera más satifactoria. De hecho, a pesar de intervenir con los propios deportistas, habitualmente el Psicólogo del Deporte se encuentra al servicio del entrenador, pactando con él qué entrenar y cuándo, así como aconsejándole de cómo hacerlo de la mejor manera posible.

En relación al trabajo del Psicólogo del Deporte con los deportistas, cabe destacar que éste puede intervenir con distintos grupos, como son los deportistas de élite o alto rendimiento y en el deporte de base e iniciación, así como en deportes individuales o de equipo, aunque se centrará en aspectos distintos en cada uno de ellos. En todos los casos, es importante que empiecen a familiarizarse y trabajar con el Psicólogo del Deporte cuanto antes mejor, con el objetivo de que los deportistas desarrollen lo antes posible sus habilidades psicológicas.

Deportes de élite: en numerosas ocasiones la diferencia entre deportistas de alto rendimiento, con niveles similares de técnica, físicos y tácticos, radica en su gestión de emociones, cómo y dónde mantienen la atención, si se focalizan en los estímulos importantes y si mantienen un nivel óptimo de activación. Y es en esto donde el Psicólogo del Deporte centra su trabajo con este tipo de deportistas.

Deporte base: aquí el Psicólogo del Deporte trabajaría las mismas áreas que para el caso anterior pero centrándose principalmente en que los deportistas disfruten con el deporte que llevan a cabo. Con ello se pretende que estos se adhieran a la práctica del mismo y aprendan distintas cosas que podrán aplicar no sólo al ámbito deportivo, sino también a su vida diaria (cómo trabajar en equipo, planificación de objetivos...).

A modo de resumen, podríamos decir que el Psicólogo del Deporte es aquel que aplica las técnicas y conocimientos de la Psicología general al ámbito deportivo con el fin de mantener y/o aumentar el rendimiento del deportista (pertenezcan al denominado grupo de deportistas de élite o al de base de iniciación, tanto a nivel individual como colectivo), trabajando con los propios deportistas, así como con todas aquellas figuras de su alrededor.

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¡S.O.S Exámenes!

Te sudan las manos, el pulso se te acelera, piensas “no me da tiempo”, “voy a suspender”. ¿Te suena todo esto? En épocas de exámenes, como en la que nos encontramos, un alto porcentaje de estudiantes padecen este tipo de reacciones emocionales negativas.  

Cuando tenemos que enfrentarnos a pruebas en las que hemos de demostrar nuestro conocimiento, es algo normal que nos pongamos nerviosos y nos encontremos en un estado de ansiedad mayor al habitual. De hecho, incrementar nuestro nivel de ansiedad ante un examen es algo adaptativo y saludable que nos ayuda a concentrarnos mejor y mejorar el rendimiento (lo cual explicaremos más en detalle). El problema aparece cuando esta ansiedad es excesiva e impide que rindamos todo lo que podríamos.

La ansiedad ante los exámenes puede deberse a diferentes motivos; haber tenido una mala actuación en una prueba anterior o un bloqueo, haber obtenido una calificación muy alta y no querer bajar tu nivel, etc. La que aparece ante un examen se denomina ansiedad de ejecución, ya que aparece debido a la preocupación sobre cómo va a ser el rendimiento ante una prueba.

Y ahora, lo que realmente te interesa: ¿qué puedes hacer para controlar un poco esos nervios?

Estas son algunas pequeñas estrategias que puedes usar para reducir la ansiedad a la hora de estudiar:

-          - Organizar y planificar el estudio. Distribuye el tiempo de manera realista, incluyendo siempre periodos de descanso. Prepara el material que te servirá para estudiar con la antelación necesaria. Empieza a estudiar por las asignaturas más fáciles, continúa con las difíciles y termina con alguna sencilla.

-          - Crea un ambiente de estudio adecuado. Estudia en sitios bien iluminados y ventilados y elimina todos aquellos estímulos que puedan distraerte (televisión, móvil…). Recuerda que no conviene estudiar con música. En el caso de que lo hagas, escucha música sin letra mientras llevas a cabo tareas más rutinarias que no requieren altas cotas de concentración.

-          -  Establecer metas de estudio a corto y largo plazo. Fracciona el grueso de estudio en distintas partes y márcate fechas para el aprendizaje de cada una de ellas. Ser consciente de lo que vas logrando aumenta tu autoconfianza y potencia tu motivación para continuar con la tarea.

-          -  Revisa frecuentemente el material. Repasar el material que ya has estudiado te servirá para aumentar la confianza en ti mismo.

Por último, vamos a explicarte una serie de técnicas que puedes emplear si te sientes nervioso y tu ansiedad aumenta más de lo que debería tanto antes como durante el examen:

-        - Respiración abdominal. Se trata de respirar fuerte y pausadamente llenando los pulmones desde el abdomen y expulsando el aire lentamente.

-         - Pensar en positivo. Nuestros pensamientos regulan nuestras emociones y determinan el modo en que actuamos. Transforma tus pensamientos negativos del tipo “voy a suspender” por otros más saludables como “si trabajo lo suficiente podré aprobar el examen”.

Esperamos que sigas todos estos consejos, porque seguro que te servirán para reducir la ansiedad ante la llegada de un nuevo examen y durante la realización del mismo, y así mejorar tu rendimiento.

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¡Con mucha ilusión, os damos la bienvenida!

¡Bienvenidos y bienvenidas a nuestro blog!

Somos Isabel y Estefanía, dos chicas dedicadas de lleno a la Psicología, además de buenas amigas. Hemos decidido abrir este blog porque nos pareció una buena idea comenzar un proyecto en común. Lo que pretendemos aquí es acercar la Psicología a todo aquel que esté interesado en esta maravillosa ciencia. La mente humana es, como todos sabemos, compleja y muchas veces difícil de comprender, sobre todo cuando nos adentramos en el mundo de los trastornos psicológicos. Nuestra intención es hablar del comportamiento humano en general, ya sea refiriéndonos a conductas cotidianas (con su respectiva explicación psicológica), ya sea hablando de qué es un problema emocional y por qué se suele desarrollar.

Nuestro objetivo final es que al leer los diferentes posts que aquí vamos a publicar, elimines de tu mente algunos mitos que, desgraciadamente, están muy arraigados en esta sociedad. Y hablamos de mitos cuando nos referimos a frases del tipo: "yo no estoy loco, no necesito ir a un psicólogo", "quién va a un psicólogo es porque no tiene amigos", "el que está deprimido es porque quiere", "si se esforzara un poco, mejoraría sin tener que ir a un "loquero", y cosas por el estilo.

Queremos demostrarte que la Psicología es una ciencia cercana, interesante y siempre enriquecedora. Pero lo más importante es que queremos darte a conocer que los psicólogos tenemos los conocimientos necesarios para ayudar a todo aquel que presente problemas emocionales. Y no sólo tenemos esos conocimientos, sino que los aplicamos mediante técnicas y habilidades concretas. De esta manera, ayudamos a las personas a salir de ese "agujero negro" en el que, con frecuencia, nos cuentan estar atrapadas.

Esperamos que los temas de los que tratemos sean de vuestro interés y que si es así, difundáis nuestro blog a vuestros conocidos o en vuestras redes sociales, así como que os sintáis libres de consultarnos acerca de otros temas de los que queráis ser informados. Del mismo modo que nos formuléis las preguntas y sugerencias que creáis oportunas de todo lo que vayamos escribiendo.

 ¡Gracias de antemano!

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