domingo, 10 de febrero de 2013

Mi cerebro se enamora

Millones de parejas celebrarán su amor por todo lo alto dentro de unos días como parte del festejo del día de San Valentín. La mayoría de nosotros hemos estado enamorados en alguna ocasión y esa persona especial ha sido el centro de nuestra existencia. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué nos enamoramos? En este Post te explicamos qué cambios se producen en nuestro cerebro cuando esto ocurre.


Cuando conocemos a esa persona que nos atrae tanto sentimos un cosquilleo en el estómago y nuestra ansiedad se dispara. El hecho de pensar en ella o tenerla cerca nos hace sentirnos nerviosos y nuestro cerebro, literalmente, se revoluciona. Comienza a liberarse dopamina, un neurotransmisor involucrado en los sistemas de recompensa que nos produce sensación de placer, igual que ocurre cuando comemos chocolate. Las endorfinas nos hacen sentirnos eufóricos y la serotonina de buen humor. Además, se inhiben los circuitos responsables de las emociones negativas y el área frontal del cerebro relacionada con el juicio social. Todo esto nos lleva a la conocida sensación de que todo es perfecto y parece que nada malo pueda ocurrir, “es como flotar sobre una nube”. Esta disminución del juicio impide a nuestro cerebro que veamos al otro como realmente es. Es por ello que somos incapaces de ver todo aquello malo que pueda hacernos o cerciorarnos de todos aquellos detalles que no nos gustan. No es infrecuente que a posteriori nos preguntemos muchas veces por qué no nos dábamos cuenta de ciertas cosas que no nos gustan del otro o por qué aguantábamos según qué cosas, simplemente en ese momento nuestro cerebro no era capaz de prestar atención a ello. En este estado de felicidad plena, nuestro hipotálamo inicia además una serie de reacciones que acabarán produciendo cortisol, la hormona del estrés, en la glándula suprarrenal. Esto provoca que nuestro campo visual se vea reducido al igual que ocurre cuando estamos ante un peligro.

Nuestro único y primordial objetivo a partir de que nos enamoramos es estar cerca del ser amado. Todos nuestros esfuerzos se centran en conseguir su atención, tenerla lo más cerca posible… y si estamos lejos de ella no podemos sacarla de nuestro pensamiento, podemos llegar a pensar en ella el 95% del tiempo que pasamos despiertos. En cierto modo nos volvemos adictos de esa persona. Si quisiéramos hacer un símil, podríamos decir que el amor es como una droga. De hecho, los cambios que se producen a nivel cerebral en la fase de enamoramiento son los mismos experimentados cuando se sufre una adicción. El cóctel de hormonas actúa como una droga sobre una parte cerebral denominada núcleo accumbens, la cual se encarga de anticipar las recompensas. Ello hace experimentar la ausencia del ser amado como un síndrome de abstinencia de cualquier tipo de droga.


Este estado de enamoramiento puede durar entre unas pocas semanas y varios meses. Tiempo tras el cual el éxtasis inicial decae y empieza a producirse la hormona oxitocina, la cual te une a tu amado creando un nexo que te compromete con ella a largo plazo.  En próximos Posts os explicaremos qué ocurre una vez que cesa el enamoramiento inicial y cómo se consolida una pareja y se pasa del enamoramiento al amor. Aunque os adelantamos que hacer cosas nuevas con ella  puede ayudar a que vuestro amor perdure, ¡la novedad os ayudará a segregar dopamina y mantener el amor romántico!

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Isabel Estévez Prieto

Estefanía Cárcel Esteban

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